El Coaching es una experiencia intensiva a corto plazo (de 1 a 3 semanas) en sitio, en la que uno de nuestros miembros altamente capacitados (por ejemplo, un psicólogo escolar) trabaja directamente con el personal de la organización en entornos reales del programa para diseñar e implementar estrategias de apoyo social, emocional y conductual (SEC). Trabajamos codo a codo con el personal, modelando estrategias de intervención y guiándolos mientras implementan esas estrategias ellos mismos. Esta experiencia de aprendizaje práctico es una alternativa poderosa o un complemento a los talleres tradicionales o a la planificación de intervenciones en reuniones.

Una filosofía central de este enfoque es la colaboración: trabajar juntos bajo la firme creencia de que todos los involucrados aportan experiencia —no solo el coach, sino también el personal, la administración/liderazgo y el propio niño. Todos tienen perspectivas profundas pero complementarias.

Cualquier organización que sirva a un grupo constante de niños a lo largo de la semana (por ejemplo, 15+ horas por semana, 4+ días por semana) es elegible, desde organizaciones comunitarias hasta refugios y escuelas. Las organizaciones que sirven principalmente a niños en riesgo (por ejemplo, refugios, escuelas de intervención) son particularmente adecuadas, aunque muchas organizaciones podrían beneficiarse.

Nuestro objetivo es doble:

1. Brindar apoyo directo a los niños y al personal mediante el desarrollo de planes de apoyo.

2. Utilizar esas experiencias como oportunidades de enseñanza para que el personal aprenda técnicas que pueda aplicar en otras situaciones.

Durante la duración de la visita, asumimos un rol de co-personal junto con el personal existente, asumiendo las mismas responsabilidades en los mismos contextos, desde rutinas diarias hasta la disciplina. Trabajar junto al personal nos permite modelar de manera efectiva cómo manejar situaciones difíciles.

Cada día iniciamos con objetivos específicos y lo cerramos con observaciones sobre cómo se desarrolló. A medida que avanza la visita, estos objetivos y observaciones se refinan en estrategias que culminan en un plan de apoyo finalizado.

Los planes de apoyo describen las estrategias desarrolladas para un niño en particular y cómo se lograron. Durante las visitas, probamos diariamente nuevas estrategias para ver qué funciona con cada niño. Al final de nuestra visita, dejamos al personal con un plan de apoyo finalizado y posibles próximos pasos.

Sugerimos que los miembros del personal se auto-seleccionen para esta oportunidad, ya que esto promueve compromiso y participación genuina. La experiencia es desafiante y requiere mente abierta, humildad, esfuerzo y un deseo de aprender.

El personal elegible incluye desde cuidadores, maestros y consejeros hasta administradores, pero deben tener como responsabilidad principal el cuidado directo de los niños.

Recomendamos una participación activa del equipo de liderazgo, incluso si no participan directamente en el proceso de Coaching. Su apoyo es clave para el seguimiento después de nuestra visita. Además, si hay personal dedicado al apoyo de salud mental, su participación es crucial para el éxito del proceso.

El número exacto depende de la duración de la visita, el tipo de programa y los problemas conductuales. En general, sugerimos empezar con 1-3 niños por miembro del personal y 2-4 miembros del personal.

Trabajamos con cualquier niño o desafío conductual, pero es ideal identificar niños que puedan mostrar progreso durante el tiempo de nuestra visita. Problemas más complejos pueden requerir más tiempo del disponible.

Algunos problemas pueden requerir apoyo más especializado o intensivo. Aun así, hacemos lo posible para ayudar al personal a manejar los desafíos en la medida de lo posible durante nuestra visita.

El seguimiento depende de la organización y del personal. Ofrecemos comunicación remota, talleres virtuales y/o visitas de seguimiento según sea necesario.

Actualmente, ofrecemos becas del 100% para todas las organizaciones y personal. No hay ningún costo. Podemos pedir alojamiento si es posible, pero no es obligatorio. También puede ser útil ofrecer un estipendio al personal participante, y podríamos identificar recursos para organizaciones que no puedan hacerlo por sí mismas.